Respetable Logia Simbólica nº 143
Moriá
Murcia

Neckan

Barbarie del franquismo contra los masonesNeckan, un film sobre la barbarie que el franquismo hizo a los masones.

Reparto: Pablo Rivero (Cuéntame cómo pasó), Manuel Manquiña (Águila Roja), Hermann Bonnin (L’assaig) y Natalia Plasencia (Hasta Que Te Conocí).

En 1956, al final del Protectorado español de Marruecos, un anónimo recibido desde Tetuán cambia definitivamente la historia de un joven abogado perteneciente a una influyente familia franquista de Valencia… Así comienza la historia de la última película del director de cine Gonzalo Tapia.

Ese joven es Santiago García Musoles (Pablo Rivero), hijo adoptivo de un importante político, que no dudará en trasladarse a la capital del Protectorado en el norte marroquí, para buscar a una familia que podría ser la suya.

Así comienza la historia de Neckan, la última película del director de cine Gonzalo Tapia (Avilés, 1963), nieto del periodista y escritor Constantino Suárez, conocido con el seudónimo de “El Españolito” y que trabajó en las Misiones Pedagógicas de la Segunda República.

Pero las callejuelas de la Medina de la ciudad conocida como “La paloma blanca” llevarán al protagonista a destinos con los que no contaba: un grupo de masones desaparecido y una pizpireta joven sobreprotegida por su padre.

En hebreo clásico Neckan significa venganza, pero también justicia. Es una palabra ambigua que cada personaje entiende con uno u otro sentido. Hay alguna leyenda que dice que fue el grito de Jacques de Molay, cuando murió en la hoguera el 18 de marzo de 1314 por orden del rey de Francia Felipe IV el Hermoso y dirigiéndose a este y al Papa Clemente, aunque otras versiones aclaran que fue una frase varias veces repetidas por de Molay: «¡Pagarás por la sangre de los inocentes, Felipe, rey blasfemo! ¡Y tú, Clemente, traidor a tu Iglesia! ¡Dios vengará nuestra muerte, y ambos estaréis muertos antes de un año!». Profecía que se cumplió en unos pocos meses, en ambos casos.

El cineasta asturiano, un apasionado de la cultura marroquí, explica que el corazón de la película es tratar el desasosiego que siente una persona muy segura de sí misma cuando descubre que su identidad puede ser otra. Según Tapia, la descolonización española en Marruecos fue un buen momento para ambientar este thriller porque fue un periodo de muchos cambios. El franquismo dejaba de ser fascista para convertirse en una dictadura autoritaria, supuso un cambio de régimen. Comenzaba la recuperación económica y las alianzas con los americanos. Franco no quería dejar el Protectorado, se sentía vinculado emocionalmente, pero fue forzado por las Naciones Unidas.

MAESTROS CASTIGADOS

Para Pablo Rivero, comenta que lo mejor de la película es que plantea temas muy serios sin intentar hacer una moralina. Da las pinceladas, pero no dice quién es el bueno o quién es el malo ni como te tienes que sentir. Hay gente que obra mal y lo justifica por el bien mayor que persigue, dice. Sobre su papel, Rivero asegura que le pareció muy interesante que la búsqueda desesperada la hiciese un personaje proveniente de una buena familia que quiere a sus padres y parece que no quiere encontrar.

En el transcurso de la película se pueden escuchar varias frases dilapidarías acerca de la influencia y hechos acaecidos por el régimen franquista al respecto de los maestros, ilustrados y personas de cierto nivel intelectual en general:

La Educación es lo único que puede salvar a este mundo. No es lo mismo invertir un 3% más en ella que en armas, pero las consecuencias no se ven hasta dentro de décadas.

Sin embargo, además de una investigación en torno a niños robados, el filme explora la represión padecida por los maestros y masones. Los grandes sufridores de la represión en España fueron los maestros. En los años 30 había corrientes pedagógicas apasionantes que fueron aniquiladas totalmente para establecer una Educación basada en unos principios católicos, que no aportaba nada a la libertad de libre pensamiento de las personas, considera Tapia, cuya madre estudió en la Institución Libre de Enseñanza (ILE). Los maestros republicanos muchas veces están considerados como demonios. Mi madre tenía que ocultar que estudió allí porque la gente pensaba que era un lugar donde se fomentaba el amor libre y las perversiones, pero solo fomentaban el libre pensamiento, muy normal en la sociedad actual, pero contrario al nuevo Estado y a la Iglesia tradicionalista española de aquellos años, dice. Otra gran frase que se puede escuchar en el transcurso de la película, en un momento que un personaje le pregunta a Santiago acerca de que quién ganó la guerra. Santiago responde que todo el mundo sabe quien ganó la guerra; la respuesta es digna de retrospección: “La guerra la ganaron los curas y la perdieron los maestros”.

MASONES, JUDIOS Y COMUNISTAS

Neckan, que cuenta con Michel Gaztambide (No habrá paz para los malvados) entre sus guionistas, hace alusión a Giner de los Ríos y a algunos de sus discípulos a través de frases y discursos. La Educación es lo único que puede salvar a este mundo. No es lo mismo invertir un 3% más en Educación que en armas, pero las consecuencias no se ven hasta dentro de décadas y los políticos no piensan en eso porque están pensando en sacar rédito a las próximas elecciones, considera Tapia. Por ello, en el filme -su segundo largometraje después de Lena- Tapia ha querido rescatar mentalidades del pasado en torno a un personaje al que le rompen los esquemas creados en torno a su familia. A través de otros personajes saca de las catacumbas la imagen de los masones creada por el franquismo, Orden en la que como sabemos, había y hay  todo tipo de personas.

Rivero, que cuando era pequeño asociaba la masonería a películas oscuras, cree que una buena Educación aporta libertad. Conoces cosas, tienes referentes y puedes valorar y contrastar. Afrontas las cosas desde una perspectiva más abierta, comprendes otras culturas y te pones mejor en la piel de los demás, considera el actor. Con Neckan, el cine español suma otro capítulo inexplorado de la historia de España a su cartelera. Lo importante es que se haga referencia a la historia de España a través de un género y unos personajes, que no sea algo panfletario, porque eso va a la contra. Para eso, o lees un libro o vas a clase. El código cinematográfico o audiovisual que sirve para entretener y hacerte viajar se debe aprovechar para contarte todo eso sin dar moralinas y de decirte esto fue así, considera el joven intérprete madrileño.

Es posible que para algunos espectadores pueda pasar inadvertida la circunstancia principal, del hecho de que el protagonista descubra que es adoptado y que sus verdaderos padres fueron masones pertenecientes a una Logia mixta de maestros y maestras de la educación. Les arrebataron los hijos para darlos en adopción y después les fusilaron.

Esto ocurrió al amparo de la ley que Franco promulgó. Durante la guerra civil española los masones fueron perseguidos en la zona sublevada  y cuando acabó la guerra habían sido desmanteladas todas las logias.

En 1940 Franco promulgó la Ley para la Represión de la Masonería y el Comunismo, que fue el instrumento legal para proseguir con la represión. En virtud de esa ley se creó el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y del Comunismo, que actuó hasta 1963, año en que fue sustituido por el Tribunal de Orden Público.

Durante la represión inmediatamente posterior a la Guerra Civil de 1936-1939, se estima que unos 10.000 españoles fueron fusilados por el mero hecho de ser francmasones. Suponiendo que (según los archivos de Salamanca) fueron asesinados aproximadamente unos 2.000 masones, la conclusión que se puede sacar de esto es que unas 8.000 personas fueron asesinadas también en aquella época, sin siquiera pertenecer a la masonería, de modo que además de la barbarie ocasionada a los masones con la muerte de estos por el simple y mero hecho de pertenecer a la Orden, el régimen aprovechó su Ley contra la Masonería para asesinar impunemente a otras personas, de una forma tan sencilla como acusándoles de masones. Solo una acusación hecha con poco fundamento o ninguno, les valía a los opresores encargados de “quitar de en medio” a cualquiera que les supusiese un inconveniente, antipatía o el motivo que estimasen oportuno; era sencillo: acusaban de masón a cualquiera que quisieran eliminar y por medio de la Ley de represión contra la Masonería, el sujeto era eliminado.

Esta época fue sin duda una de las más tristes para España por muchos motivos obvios, y uno de ellos fue por la pérdida irreparable de una gran cantidad de intelecto, ya sea porque fueron fusilados o porque emigraron. Los regímenes dictatoriales actúan siempre de la misma manera, el mismo Modus Operandi: Eliminación o anulación del libre pensamiento y educación doctrinada por el extremismo religioso; en España sucedió con la Iglesia Católica de la misma forma que en los países de Oriente o de África sucede con el Islamismo más radical.

Muchos masones corrieron mejor suerte que los que fueron vilmente asesinados en España, ya que pudieron emigrar o salir del país, refugiándose en países como Francia o México donde en este último caso, fueron recibidos con gran Fraternidad y hospitalidad por el presidente de la República Mexicana, Lázaro Cárdenas, que les facilitó la entrada al país para empezar una nueva vida y donde tuvieron la oportunidad de seguir Trabajando masónicamente e incluso levantar Columnas de Logias que a día de hoy, aún siguen teniendo actividad, reguladas por las Grandes Logias tanto de Francia como de México. Estos países sin embargo, se congratulan de la adquisición que tuvieron en su día de nuevos ciudadanos de gran intelecto que sin duda, es algo que enriquece a cualquier país.

C.·.M.·. Juanjo Pérez Madrid

 

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