El Rito Escocés Antiguo y Aceptado entronca directamente con la Gran Logia Real de Kilwinning, la Orden de San Andrés del Cardo, la de los Maestros Escoceses de San Andrés, el Rito de Perfección o de Heredom y las Logias de la Masonería jacobita o Masonería estuardista.
Sin embargo, este rito, tal y como se conoce y practica hoy, no se estructura hasta el 31 de mayo de 1801, al constituirse en Charleston, Carolina del Sur, el Primer Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del 33, ultimo grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
De este primer Supremo Consejo nacen todos los demás legítimos Supremos Consejos. El de España fue constituido el año 1811 y es, por su antigüedad, el tercero del mundo, tras los de los Estados Unidos y Francia.
Se estructura el Rito Escocés Antiguo y Aceptado en 33 grados, de los que los tres primeros, que constituyen la llamada Masonería Simbólica, dependen de las Grandes Logias; haciéndolo los 30 restantes, es decir, del 4 al 33 ambos inclusive, de los Supremos Consejos, uno por cada país.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado es, probablemente, el rito masónico más extendido en el mundo y es fruto de la evolución del sistema escocés practicado en París a principios de la década de 1760.
Designado por las Constituciones Latinas de la Orden como “Antiquus Scoticus Ritus Acceptus”, o “Rito Escocés Antiguo y Aceptado”, es el título que ha sido adoptado generalmente.
El primer rito escocés fue el Rito Escocés Filosófico de la Logia Madre de Marsella (1750), de 18 grados. Tras él apareció el Rito de Heredom o de Perfección, compuesto por el Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente (París, 1758). Importado el Rito de Perfección de 25 grados a América por el hebreo Esteban Morín tras recibir la correspondiente patente, el número de grados se amplio, surgiendo el Rito Escocés Antiguo y Aceptado de 33 grados, siendo uno de ellos el de Caballero Kadosh.
Reunidos en Charleston (Carolina del Sur, EEUU), cinco Francmasones (John Mitchell, Federico Dalcho, Manuel de la Mota, Abraham Alejandro e Issac Auld) fundaron con Morín el Supremo Consejo de la Masonería denominada Rito Escoces Antiguo y Aceptado. Tras su fundación en 1801, el primer Supremo Consejo se dio a conocer por medio de una circular expedida en diciembre de 1802.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado llega a Europa, y más en concreto a Francia, de la mano del conde de Grasse-Tilly, tras obtener una patente de Charleston, el cual modificó algunos rituales y enseñanzas y su obra constituye hoy el Rito Escocés Antiguo y Aceptado que se conoce en Europa.
Existen múltiples versiones del R.E.A.A., por lo que no siempre coinciden los nombres y los grados, según el país. Además, algunos grados se transmiten por iniciación y otros son “comunicados”.
El propósito del Rito Escocés Antiguo y Aceptado es, en primer lugar, hacer cada día mejores masones, es decir, aumentar su cualificación intelectual, moral y sobre todo masónica a través de un trabajo riguroso, progresivo, profundo y esencialmente iniciático; en segundo lugar, que esos Masones mas formados, es decir, mas hombres, impongan con la fuerza de sus ideas y el ejemplo de su conducta, los principios del Rito y de la Masonería en la sociedad.
Se trata, pues, de un rito, el más difundido en el mundo, en el que se combinan los elementos simbólicos más tradicionales con una dinámica de funcionamiento ciertamente expresiva, que permite desarrollar un profundo sentido de fraternidad y una capacidad de análisis racional que invita a enfocar la vida con criterios donde lo espiritual y lo material se complementan extraordinariamente.
En las Logias que utilizan el Rito Escocés Antiguo y Aceptado se representan simbólicamente las leyes que rigen el universo, siguiendo dos líneas de actuación complementarias:
Por un lado se realiza un Trabajo Ritualístico que permite, a través de una serie de dramatizaciones de antiquísima simbología, alcanzar una mayor consciencia de las Leyes y preceptos de la Naturaleza y del Universo. Está estructurado y codificado conformando un hilo conductor, el cual no sólo transmite un claro mensaje general, sino que puede activar mecanismos subconscientes e inconscientes que generan un elevado sentido de la trascendencia que nos acerca al Gran Arquitecto del Universo. Es éste un rito en el que tiene una importancia capital no sólo a la práctica del ritual sino también a su asimilación espiritual, psicológica y conceptual.
Por otro lado se lleva a cabo un Trabajo Intelectual, mediante la presentación de escritos que son leidos y tratados de forma oral y coloquial entre los Hermanos. De esta forma se consigue, a través de las diferentes apreciaciones u opiniones, una percepción mas profunda del tema tratado con el consiguiente enriquecimiento y formación masónica
Siguiendo con el espíritu eminentemente dinámico de las Logias del R.E.A.A., a continuación de cada Tenida tiene lugar un Agape Fraternal, espacio donde se interrelacionan sus miembros y se desarrolla un profundo sentido de Hermandad.
Reflexionar sobre el sentido y misión del Rito Escocés Antiguo y Aceptado es tanto como analizar su ontología y la aplicación de su esencia en la Sociedad.
Es difícil encontrar un rito en el que se armonice tan equilibradamente el Espiritualismo, el Humanismo y la Libertad, que son las tres columnas que sostienen al Escocismo. Porque el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es un rito tradicional e iniciatico basado en esos tres elementos y asentado sobre la profunda Fraternidad Masónica.
Espiritualismo, humanismo, fraternidad, filantropía, no son para los Masones escocistas conceptos vacuos. Nuestra espiritualidad no nos viene dada como si fuese una gracia, el humanismo no consta en nosotros como una virtud innata, la fraternidad no es espontanea. A esas virtudes masónicas se llega a través del esfuerzo individual y colectivo, utilizando una tradición iniciática y progresiva (el rito es un método) que posibilita una espiritualidad abierta a la libertad, a la igualdad y a una autentica fraternidad universal entre los hombres.
Cabe decir que el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es tan tradicional como liberal. Un rito que rompiera con la tradicioó iniciática o que no proclamase la libertad, y fuese por tanto dogmático, dejaría de ser masónico.
La filosofía escocista (síntesis entre espiritualismo y humanismo) pretende transmitir un mensaje universal de libertad y tolerancia, frente a todo fanatismo, frente al integrismo religioso y frente al racismo xenófobo. Porque los principios del R.E.A.A. no quedan reducidos a la pura abstracción teórica, sino que pretenden proyectarse al mundo a través del trabajo y ejemplo individual de los Masones.
En la esfera intelectual se rinde culto a la inteligencia y a la ciencia, utilizando la razón como vía de acceso a la verdad e introduciendo al hombre en una visión relativista frente a todo fanatismo dogmático.
En cuanto a las creencias, nuestro rito, que es respetuoso con todas las religiones, defiende la libertad religiosa y de culto, así como la independencia del poder político respecto al religioso.
El Rito Escoces Antiguo y Aceptado consta de 33 grados, de los cuales los tres primeros, que constituyen la llamada Masonería Simbólica, dependen de las Grandes Logias, y los 30 restantes del Supremo Consejo del Grado 33 y ultimo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.